Las luces de LED gastan aún menos que las lámparas que hoy conocemos como “bajo consumo” ya que éstas últimas no son más que tubos fluorescentes que, si bien no producen calor y gastan menos energía, tienen menos vida útil y alumbran a una calidad muy inferior que las luces LED.
Lo nuevo en lámparas de Philips es realmente asombroso, funcionan a pleno rendimiento desde que se encienden, todo ello con un consumo de hasta un 80% menor. Otro punto clave es que no se calientan y no contienen ningún tipo de gas ni tampoco mercurio.
La parte negativa de éstas bombillas es que su costo es extremadamente elevado en comparación con sus competidoras tradicionales, cuestan entre US$50 y US$70, pero hay que tener en cuenta que cada una de ellas equivale a 60 lámparas convencionales.
¿Merecen la pena?
Pues es un alto coste, pero a la larga merece la pena. Con el tiempo se convertirá en un estandar, como las pantallas OLED.
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