El término de realidad aumentada está tan de moda como el Cinexin a finales de los ochenta o Guerrero Americano a principios de la década pasada. Todo es susceptible de cruzar la barrera entre la realidad más normal y la potenciada mediante hardware, pero amigos, esto viene de mucho antes.
En los años ochenta, las visiones más descabelladas acerca de la futura realidad virtual nos plantaban cascos alucinantes, guantes capaces de detectar nuestro movimiento e incluso auténticos sistemas de inteligencia artificial capaces de trasladarnos a mundos tridimensionales.
Pero el futuro se hizo presente y la mayoría de aquellas ideas han quedado desplazadas en pos de conceptos más realistas. Quizá uno de ellos es el que vamos a ver hoy, el guante Peregrine. Un sistema que capta nuestros gestos y los convierte en atajos de teclado.
Ese trozo metálico que se acopla a la mano es el centro neurálgico de operaciones y se encarga de procesar lo que los filamentos que recorren los dedos le indican al detectar presión.
En principio fue concebido para mapear todo un teclado entero mediante dos guantes, pero sabiendo que lo que hace es simular a lo que un teclado puede hacer, sería muy interesante verlo aplicado en un juego de estrategia en tiempo real o en un MMO.
Lo malo de este cacharrito que, de ser imaginado en los años ochenta haría muchas más cosas que lo que en verdad hace, es su precio. Rondará los 130 dólares y saldrá este Otoño. Lo dicho, ¿os imagináis este tipo de periférico aplicado a un título como ‘World of Warcraft’ o ‘Guild Wars’?.
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