Reconozco que no soy muy espabilada…

Reconozco que no soy muy espabilada, pero tengo escusa!

Pensando, pensando, que de vez en cuando lo hago, no mucho tampoco, me llamó la atención una cosa: ¿por qué son tan pavas algunas mujeres?, momento en el cual la que lea esto se le encenderá el chip y contrarrestará “¿y los hombres por qué pensáis con el…?”, muy buena pregunta también, tiene su base científica pero no es eso lo que se está tratando ahora mismo.

No obstante no se debe de generalizar, puesto que molesta, pero se debería de hacer una gran reflexión sobre este fenómeno, algunas son más pavas que Boris Izaguirre secándose las uñas al aire después de habérselas pintado y quemándose los pies en la arena.

Iré al grano, los hombres, somos esas cosas que, en circunstancias normales y atraídos por la naturaleza, pensamos antes con el… que con la cabeza, por tanto, tenemos la mala costumbre de ver a una mujer guapa en apuros y ayudarla ¡¡¡PERO POR DIOS, ¿NO VEIS QUE LAS DEJÁIS TONTAS?, es una cuestión matemática. Si tú ayudas a una mujer en una situación extrema: cambiar la rueda del coche, subir maletas al autobús, facilitarle trámites en bancos, en fin, esas cosillas qué sé yo que hacemos pensando “nos la vamos a tirar”, gandules no, no nos la tiramos, las hacemos más tontas, ya que no se topan con el problema tal y como es, siempre tienen un ángel de la guarda que las rescata, que les ayuda a lo que sea, igual que a mí vamos, jajajajaa, que con la cara que tengo doy gracias de que me dejen andar por la calle.

 
Llegan a pubs y los pagafantas las invitan, llegan a un trabajo y sólo tienen que lucir el palmito, no es la primera vez que escucho “para cuando sea el examen del carnet me pondré falda y escote”, pero so zorr…, yo me pongo eso y me denuncian, ¿por qué tu sabes que tienes más posibilidades?, así se valen, y es así de fácil.

 
Si hay “n” situaciones en las cuales no deben de exprimir su cerebro en circunstancias de la vida normales, al final son “n” veces las que no se han debido de esforzar para superar algo, y ahí se quedan, y luego pasa lo que pasa, cuando no tienen al ángel de la guarda (pagafantas), empiezan a llorar, nerviosas, alteradas.

Por tanto ¡¡¡LA CULPA ES NUESTRA SEÑORES!!! en nuestro afán de caballerosidad, las hemos ido haciendo tontas a lo largo de la historia, el querer hacer el trabajo por ellas, el querer que no se esfuercen ¡¡¡DEJAD QUE SE ESFUERCEN QUE QUIEREN IGUALDAD!!!, si las veis que no pueden con maletas ¡¡¡QUE ESPABILEN QUE YA SON GRANDES!!! Es lo mejor que podemos hacer por ellas señores, no hagáis de pagafantas.

Una mujer si le gustas, no hace falta ni que te acerques, ella te buscará, no estamos en los años en los que hay que regalarle una flor, ¡¡¡SON IGUAL DE PROMISCUAS QUE NOSOTROS!!!, si tienen gana de coles ¡¡¡NO HACE FALTA QUE LAS INVITES, TE INVITAN ELLAS PAGAFANTAS!!!

 
Concluyo de una manera muy rápida: A ellos incitarles para que no sean mas pagafantas, ellas vienen solas cuando les interesa, y a vosotras os deseo suerte en vuestro ímpetu de sacar las cosas con el mínimo esfuerzo, más que nada para yo tener de que escribir.

Autor: Amon-Bender